Mantenimiento higiénico-sanitario de instalaciones: Estructura, prevención y control

Lección 7: resumen

Teniendo como base la normativa estatal, se han desarrollado una serie de guías técnicas con el fin de que las instalaciones estén protegidas de brotes de legionelosis.

Aunque se consideran altamente eficaces y fiables, estas guías no son de obligado cumplimiento.

Estas guías incluyen reglas para los tratamientos de choque en instalaciones e infraestructuras vulnerables, como son:

• Torres de refrigeración.
• Condensadores evaporativos.
• Agua fría de consumo humano.
• Agua caliente sanitaria.
• Bañeras y piscinas de hidromasaje de colectivo.
• Instalaciones genéricas de toma de muestras: fuentes ornamentales, riego por aspersión, humectadores, etc.
• Otros aparatos que acumulen agua y puedan producir aerosoles como son las instalaciones de lavado de vehículos.

La guía técnica en relación a la Legionella elabora una clasificación de instalaciones proclives a desarrollar Legionella. En dicha clasificación se tiene en cuenta la ubicación, el tiempo y frecuencia de uso y el estado de los materiales.

La evaluación de riesgos siempre debe ser realizada y completada por personal cualificado y con experiencia para realizar este tipo de evaluaciones. También se debe hacer:

• Como mínimo, de forma anual.
• Cuando comience la actividad por primera vez.
• Tras una reparación.
• Tras una modificación importante en su estructura.
• Cuando sea requerido por la autoridad sanitaria.
• Cuando se aconseje tras una revisión rutinaria.

Lección 7: ampliada

Guías de protocolos de Legionella mediante guías técnicas

Las guías de protocolos contra Legionella, elaboradas según las recomendaciones de la normativa citada anteriormente, incluyen reglas para los tratamientos de choque en aquellas instalaciones en donde haya un mayor riesgo de desarrollo de las bacterias.

Concretamente, las guías hacen referencia a las siguientes infraestructuras:

• Torres de refrigeración.
• Condensadores evaporativos.
• Agua fría de consumo humano.
• Agua caliente sanitaria.
• Bañeras y piscinas de hidromasaje de colectivo.
• Instalaciones genéricas de toma de muestras: fuentes ornamentales, riego por aspersión, humectadores, etc.
• Otros aparatos que acumulen agua y puedan producir aerosoles como son las instalaciones de lavado de vehículos.

No obstante, hay que considerar que estas guías no son de obligado cumplimiento, aunque se consideran herramientas fiables, eficaces y muy útiles para prevenir los posibles riesgos derivados del desarrollo de Legionella. Además, son muy manejadas para facilitar la labor de la Inspección de Sanidad.

Los protocolos se dividen en 15 aspectos distintos:

• Capítulo 1: Biología y ecología de Legionella pneumophila.
• Capítulo del 2 al 13: Instalaciones en donde debe aplicarse el Real Decreto 865/2003: “Agua fría de consumo humano, sistemas de agua caliente sanitaria, torres de refrigeración y condensadores evaporativos, centrales humidificadoras industriales, sistemas de agua climatizada con agitación constante y recirculación a través de chorros de alta velocidad o inyección de aire, equipos de enfriamiento evaporativo, humectadores, fuentes ornamentales, riego por aspersión en el medio urbano, sistemas de agua contraincendios, instalaciones de lavado de vehículos y otras instalaciones que acumulen agua y puedan producir aerosoles”.
• Bibliografía y anexos.

Dentro de cada capítulo relacionado con las instalaciones se puede encontrar información acerca de:

• Una breve descripción del funcionamiento de cada una de ellas.
• Ventajas e inconvenientes que pueden tener los diferentes tipos de circuitos de refrigeración o de suministro.
• Materiales utilizados para este tipo de infraestructuras. Este aspecto es fundamental, ya que de ello va a depender la posibilidad de desarrollar la bacteria y los productos que pueden usarse para su limpieza y desinfección.
• Calidad de los separados de gotas, necesarios para que se pueda reducir al mínimo la salida de aerosoles (son los principales agentes de transmisión de Legionella).
• Parámetros que deben estudiarse una vez obtenida una muestra de agua en las instalaciones: “pH, Temperatura, hierro total, conductividad, turbidez, recuento total de aerobios y Legionella, así como los procedimientos para tratamientos de choque periódicos y extraordinarios consecuencia de resultados analíticos por Legionella”.
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Aparte de todo lo anterior, en los protocolos establecidos para reducir la presencia de Legionella en los sistemas de ventilación y suministro de agua, se incluyen una serie de recomendaciones higiénico-sanitarias para disminuir la presencia de elementos que pueden ser proclives al desarrollo bacteriano como: algas, lodos, biopelículas y sólidos en suspensión.

Riesgo de proliferación de Legionella dependiendo de las instalaciones

En la Guía Técnica relacionada con la Legionella se diferencian a las instalaciones según la posibilidad de que se desarrolle la bacteria en su interior. Concretamente, esta clasificación se hace teniendo en cuenta los siguientes aspectos:



Esta evaluación del riesgo se debe hacer:

• Como mínimo, de forma anual.
• Cuando comience la actividad por primera vez.
• Tras una reparación.
• Tras una modificación importante en su estructura.
• Cuando sea requerido por la autoridad sanitaria.
• Cuando se aconseje tras una revisión rutinaria.

La evaluación de riesgos deberá ser realizada y completada por personal cualificado y con experiencia para realizar este tipo de evaluaciones.